POESÍA DEL DENTISTA
A LA CONSULTA DE UN DENTISTA
LLEGÓ COJEANDO UN TIBURÓN
PORQUE HACE MÁS DE TRES DÍAS
QUE SUFRE UN FUERTE DOLOR.
SIÉNTESE – DIJO EL DENTISTA-
Y DEJE AQUÍ SU BASTÓN.
ABRA MUY GRANDE LA BOCA
Y NO LA CIERRE
¡ POR FAVOR!.
ABRIÓ EL TIBURÓN SU BOCA
Y EL DENTISTA TIRITÓ,
PENSANDO QUÉ PASARÍA
SI AL TIBURÓN LE DA LA TOS.
-NO SE ASUSTE, BUEN DENTISTA-
DIJO RIENDO EL TIBURÓN,
A MÍ ME DUELE EL ESTÓMAGO
CUANDO ME COMO A UN DOCTOR
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